sábado, 28 de febrero de 2009
Consta de tres grandes segmentos de apendizaje:
1. El dibujo técnico.
Los contenidos son:
- Los conceptos del dibujo
- Tipos de gráfica: artística, técnica, esquemática.
- Instrumentos y herramentas de dibujo técnico y documental.
- El dibujo técnico, su uso. Dibujo documental.
- El Sistema Monge.
- Documentación gráfica en museología
Los contenidos son:
- El concepto de proyecto
- Proyecto cultural: partes del cuerpo de presentación formal
- Consideraciones y precauciones en la proyectación
Los contenidos son:
- Concepto de práctica profesional. Diferencia con la praxis.
- Qué es un profesional. Profesión y oficio
- Acceso al trabajo profesional.
- Etica profesional
- Introducción al Diseño de Presupuestos
- Honorarios, sueldos y condición ad-honorem
1. Introducir a los alumnos en un nuevo contexto cognoscitivo: la Museología en su faz pragmático - empírica: la Museografía vista como praxis.
2. Introducir a los alumnos en un nuevo lenguaje: el dibujo técnico. No se propone obtener "dibujantes" (dado que hay profesionales dedicados al dibujo) sino aprender los códigos del dibujo para poder aplicarlos en la profesión, mediante la comunicación con otras disciplinas.
3. Fomentar la reflexión sobre las propias ideas, considerando al alumno como un futuro profesional.
4. Aplicar los nuevos conocimientos en un trabajo concreto de anteproyecto.
viernes, 27 de febrero de 2009
Una de las formas más comunes – y socorridas- de dramatismo museológico, en lo referido a la iluminación, es la que enfoca puntualmente el objeto. Consiste en arrojar un haz de luz más o menos concentrado sobre un objeto que se desea iluminar, manteniendo el resto del entorno con una iluminación menor.
La ILUMINACION PUNTUAL, DE ACENTO o DE DETALLE, se basa en dos cuestiones técnicas. Por un lado un tipo de tecnología lumínica que dirige la luz en forma controlada hacia un área mínima, y por el otro, una adecuada dirección u orientación del haz de luz.
La ILUMINACION PUNTUAL suele realizarse mediante los comúnmente llamados SPOTS, carcazas pintadas interiormente para lámparas incandescentes, pero éstos van dejando lugar a lámparas más complejas, de reflexión exacta y controlada.
La ILUMINACION PUNTUAL tiene la ventaja que el haz detalla perfectamente e individualiza, generando un efecto dramático, que destaca un objeto con respecto a otros objetos, al plano de pared, al piso, etcétera, generando a veces una sombra que contrasta con la superficie iluminada del objeto. Este tipo de iluminación es perfecta para objetos muy individuales, como cuadros, estatuas, objetos únicos, muy detallados o en general sobre objetos sobre los que se desee llamar mucho la atención.
La desventaja es que frecuentemente esta iluminación dramatiza demasiado, dejando de lado el resto de los contenidos de la exposición, deslumbra al espectador o directamente hace que éste no preste atención sobre otros objetos.
Otra de las desventajas, es que debe controlarse muy bien el flujo lumínico, atendiendo a los problemas de conservación. Un haz de luz, para que no se disperse, debe estar muy cerca del objeto (digamos unos tres metros) lo que hace que la incidencia de la energía lumínica sea importante. Recordemos que el efecto de degradación causado por la luz aumenta en forma de función cuadrática de la distancia.
Otro de los problemas que suele tener este tipo de iluminación es la llamada MANCHA DE LUZ, que se produce al iluminar de manera asimétrica el objeto. Ocurre sobre todo en objetos planos, verticales, como pinturas o imágenes en los muros. El artefacto suele suspenderse del cielorraso, por lo que forma un haz asimétrico respecto al eje horizontal que pasa por el centro del cuadro o imagen. O sea que la parte superior del haz es más “corta” que la inferior, quedando más iluminada la parte de arriba de la imagen. Esto es muy notorio en obras de gran formato. Para evitar esto, suele alejarse el artefacto, con lo que aparece otro problema, el haz excede en demasía el perímetro de la obra, perdiéndose el efecto, ya que además disminuye el flujo lumínico. Si encima contrasta con otras obras más pequeñas con el artefacto más cercano, la diferencia perjudica la apreciación de las obras en conjunto.
Otro problema es el de asegurar, entonces, una uniformidad lumínica, (tecnicamente. una LUMINANCIA UNIFORME) lo que hace que varios artefactos deban enfocarse en la obra. Operación muy dificultosa, su puesta a punto requiere de gran flexibilidad en el sistema lumínico. Buscando una solución, se han implementado los llamados RIELES donde se ubican los artefactos, que serán orientables, pudiendo desplazarlos a lo largo del riel para ubicar mejor los haces de luz.
Balanzas de precisión
Metros de carpintero
Reglas
Consisten en una serie de cilindros (o anillos) metálicos de acero al carbono, graduados con antelación, útiles para dimensionar calibres de armas de fuego o espigas, no poseyendo casi otra utilidad.
Para usarlos, por ejemplo, se toma el cilindro y se introduce en el ánima del arma. El diámetro del cañón del arma será el del instrumento que pase por un extremo, pero no por el otro. Como se verá, son instrumentos muy específicos y en pocas medidas, aptos para este tipo de trabajos especiales, puesto que se comprarán los "pasa no pasa" que correspondan a los claibres usuales de armas de fuego.
Consiste en tres placas de madera, formando un triedro o media caja, a la que interiormente se ha graduado para poder dimensionar objetos de planta redonda. El objeto se apoya en los tres paneles, pudiendo observar mediante una escuadra apoyada en cada panel, las dimensiones del objeto. Es usada a veces en arqueología y su unidad es el milímetro. No es muy precisa por el método empleado, pero suele ser suficiente a los objetivos de su uso general (fichado).
jueves, 26 de febrero de 2009
Cuando hay que realizar actividades expositivas, se debe conocer la realidad espacial del sitio donde va a hacerse la muestra. Sea la sala del museo, o un salón escolar, o el hall de un centro cultural, la toma de datos es fundamental a la hora de proyectar una exposición.
Llamaremos RELEVAMIENTO a la toma general de datos de un lugar expositivo.
Para relevar, debemos tener en cuenta el carácter complejo del espacio: posee colores, terxturas, materiales, tiene una función (por ejemplo, circulación de personas si exponemos en un corredor o pasillo, un horario de apertura y cierre, una persona que posee la llave…
El relevamiento tenderá siempre a ser INTEGRAL. O sea que deberán recolectarse todos los datos posibles: medidas del lugar, colores, formas, detalles, puertas, ventanas, espesores, frecuencias, tiempos, recorridos, funciones. No hay que preguntarse si ese o aquel detalle debe ser relevado: hay que registrarlo, porque aún ni hemos diseñado nada, y ese detalle puede ser crucial.
Para relevar debemos tener instrumentos clave: Los apuntes (libretas cuadernos) y los instrumentos de medición y registro (cintas, metros, cámara).
Se debe registrar metódicamente, de mayor a menor: el local es rectangular, luego mide tanto por tanto, después es de mampostería revocada con piso de madera, después ese muro es de color gris oscuro, el otro es de color blanco.
El dimensionamiento es importantísimo: debe efectuarse con cintas apropiadas, para no hacer en errores de instrumento o de metodología (no podemos medir un salón de 30 m. de largo, con una regla escolar de 20 cms.)
Antes de medir se hará un croquis o bosquejo del local, preferentemente la planta, donde se irán anotando las medidas. Al medir, se debe tomar medidas totales y parciales: la suma de las parciales siempre debe dar el total, de nos es así, hay un error.
Se debe tomar al menos una diagonal en el caso de locales de planta rectangular, para verificar si los ángulos son efectivamente rectos.
Las unidades de medida deben ser uniformes en la medición, no cambiar, porque luego no sabremos si era un espesor de 20 cm. o 20 mm. Ocurre a veces que se debe recurrir a una foto para saber esto…
Cada dimensión relevada se anotará lo más prolijamente posible en el croquis o la planta dibujada, tratando de relacionar lo más claramente posible el dibujo con las medidas de la realidad. Se preferirá borra y no tachar, porque confunde.
Luego de tomadas las medidas, y volcadas al croquis, se anotarán mediante alguna referencia los colores, texturas y materiales, se detallará el dibujo con apuntes, imágenes de saliencias, zócalos, artefactos, instalaciones, etcétera.
Una vez retornados al lugar de trabajo, se hará la planta, vistas y cortes definitivos en base a lo registrado, y de forma ordenada se irán volcando los datos.
Debe tenerse cuidado en el archivado de la documentación, preferentemente se hará un dossier con el plano y el relevamiento original. Nunca se sabe.
Hecho el diseño, comprado los paneles, vitrinas, embalados los objetos, o sea, planificada la exposición, y trasladada al lugar, debe ubicársela en el sitio que hemos relevado en la posición planificada.
Con los ESQUEMAS y PLANOS DE DISEÑO, iremos al lugar y veremos dónde va cada panel, adónde se ubica cada vitrina, en qué sitio va tal o cual recurso museográfico, a qué distancia de los muros, con qué separación entre ellos.
Podemos decir que RELEVAMIENTO y REPLANTEO son acciones opuestas y complementarias. Opuestas, porque la primera de ellas recoge datos, la otra los aplica, de alguna manera los devuelve en forma de exposición. El RELEVAMENTO recolecta datos de una realidad, el REPLANTEO la transforma.
Son complementarias, porque no hay REPLANTEO sin RELEVAMIENTO, y éste tiene como objetivo lograr un diseño, que sólo el REPLANTEO completa al instalar la exposición en el lugar relevado.
miércoles, 25 de febrero de 2009
- Los objetos iluminados no pueden deteriorarse, calentarse, deformarse o alterarse con la iluminación.
- Debe tener en cuenta la conservación: rango admitido ( de 150 - 100 lux) y calidad de la luz recibida por los objetos.
Los objetos no deben percibirse de manera distinta a como son realmente bajo la luz natural. - El CRI de la luz debe tender al máximo. El CRI (Chromatic Rendering Index) es la percepción del color, o sea cómo se ven los objetos, el ICR natural, o sea la luz del sol, tiene un CRI 100 . Un CRI de 90 es un rango aceptable para objetos (siempre que no sean obras pictóricas, para ellas CRI mínimo 95-100).
- Debe ser flexible, porque las muestras no son fijas, el sistema de iluminación debe admitir adicionar o retirar artefactos, regular su posición y ángulo.
- Debe ser regulable. Existen aparatos que atenúan el flujo lumínico, denominados dimmers.
- El sistema de iluminación debe ser de fácil mantenimiento y en lo posible bajo consumo.
- La luz debe valorizar y no deformar el objeto, no darle particularidades que no posee, o tergiversar las intenciones del artista u nobrero que realizó un objeto expuesto.
- El dramatismo en la iluminación debe justificarse, ya que acentúa las intenciones del curador, y no las del objeto.
lunes, 23 de febrero de 2009
Los lápices de dibujo pueden ser de madera o automáticos, también llamados antiguamente “lanzaminas” o “portaminas”.
Las minas, que son mezclas de grafito (y no plomo) con arcilla, se gradúan según la dureza y de acuerdo a su grosor. La dureza la da la arcilla, el grafito "ablanda" la mezcla. De acuerdo a la dureza, se gradúan en “haches” (H) o “bes” (B).
Minas blandas: B, 2B, 3B, 4B, 5B, 6B (artístico)
Minas duras: H, 2H, 3H, 4H, 5H, 6H
Mina de dureza intermedia: HB
Las minas más duras son útiles para trazos auxiliares, livianos, porque apretando mucho el lápiz quedan surcos en la hoja imposibles de borrar.
Los grosores van de 0,3 mm. a 5 mm. para lanzaminas. Para lápices de madera, el grosor es uniforme. Los grosores más comunes son de 2 mm. y 0,3 mm.
domingo, 22 de febrero de 2009
Hay objetos que deben ser protegidos, sobre todo por su carácter frágil. Acuarelas, documentos, paños de seda, papeles, fotografías suelen ser muy afectados por el polvo, la humedad, la temperatura y los accidentes causados por el público. No hay que descartar que se los toque casual o intencionalmente, incluso que los roben.
Son carpetas con solapas, que protegen el objeto de museo de los roces, la manipulación de los especialistas e investigadores, y hasta de la luz.
Las dimensiones de la carpeta serán siempre más grandes que las del objeto de museo, permitiendo a la vez que el objeto se vea a través de la ventana.
4- Luego se colocará el OBJETO, que quedará entre el papel japón y la cartulina del dorso de la carpeta. El objeto (la acuarela del ejemplo) estará fijo, mediante un par de bisagras de papel japón o sujetadores, a otro trozo de cartulina rígida de alto pH (8 u 8,5) como respaldo. Para exhibir la acuarela, se retirará ésta junto con el respaldo y se enmarcará de otra forma, que veremos a continuación. Esta cartulina deberá dejar poco margen, cabiendo casi exactamente dentro de la carpeta, para evitar que el objeto se "mueva" dentro. Es conveniente dejar 1 o 2 cms. de contorno libre entre el brode de la cartulina y los del objeto.
Este tipo de enmarcado es una variante del enmarcado común, comercial, pero para usarlo en la exhibición de objetos de museo.
1- Primero se utilizará un MARCO de madera o metal, en ambos casos protegido el material con pintura adecuada (laca al alcohol de ser posible) para las maderas o bien mediante algún tratamiento superficial para el metal (anodizado o pintado al horno para metales).
3- Seguidamente se colocará el VIDRIO, de 3 mm. en general, limpio de grasas y polvo. No se pegará, sino que se cortará lo más ajustadamente posible al marco. La decisión acerca de usar Vidrio Antirreflex dependerá del criterio de exposición.
4- El siguiente elemento, de la misma medida que el vidrio, sera el cartón visto, llamado comúnmente PASSEPARTOUT, de pH 7 u 8, que forma una especie de ventana o perímetro a lo exhibido. Será preferentemente blanco, o sin pintar. Suele llevar un chaflán para evitar una sombra del canto del cartón sobre el objeto a exhibir. Su función es separar la obra, documento o papel a exhibir, del vidrio, y permitir una mínima cámara de aire amortiguante con respecto a la temperatura exterior.
5- Se colocará el objeto, con su cartón de fijación (El del enmarcado que vimos arriba).
6- Detrás del objeto (en realidad, de su cartón) irá el llamado RESPALDO, otro cartón grueso, siempre de pH neutro o levementte alcalino, al cual se fijará el objeto de forma centrada a la ventana del passepartout. Sirve para rigidizar el objeto, para aplanarlo.
7- Sellando todo, se colocará un PAPEL DE CIERRE, que se pegará con cintas engomadas especiales del tipo L 533-1010- NEUTRALpH, GUMMED WHITE LINEN TAPE- WATER REVERSIBLE de DEKORA, o similar. Su rol será el de BUFFER o amortiguador: debe ser un papel de fibra grande, poroso, sin cola, sin elementos migrantes (por ejemplo, color) y su función es permitir el aireado, mantener constante la temperatura y absorber a la vez cualquier humedad adicional o polvo del ambiente.
8- Para fijar el conjunto al marco de ser posible no se usarán alfileres, como es tradicional, por el riesgo de dañar la obra u objeto. Se usará papel engomado especial del tipo L 533-1010- NEUTRALpH, GUMMED WHITE LINEN TAPE- WATER REVERSIBLE de DEKORA, o similar. En el inevitable caso de usarse alfileres o puntas de vidriero, se elegirán las de acero inoxidable.
9- Ahora hay que colgar el enmarcado, el "cuadro". Para ello, el marco deberá tener dos PITONES enroscables al marco, de acero inoxidable o bronce, cerrados. Estos dos elementos, como es lógico, se ubicarán un poco más arriba de la mitad del cuadro, hacia la parte superior, para evitar que el marco "cabecee" (se vuelque hacia adelante).
10- No se deben usar tanzas para colgar los enmarcados. Se atará en los dos pitones UN CABLE DE ACERO FORRADO, pasando por el ojal del pitón y dando varias vueltas, volviendo luego y haciendo un nudo. Se comprobará la resistencia del atado. En caso de marcos pesados, se usarán cadenetas, e incluso soportes fijos a la pared.
11- El marco tendrá cuatro separadores, uno por esquina, que pueden ser pequeños trozos de PPR (polipropileno) adheridos al dorso. La función será separar el marco del muro, a fin de garantizar uan circulación de aire, y aislar mínimamente la obra de eventuale sproblemas de la pared, como la humedad residual. Recordemos que los objetos se conservan antes que nada por la ESTABILIDAD del entorno ambiental. El enmarcado museológico debe tender a lograr esa condición. Por supuesto, nunca debemos colgar una exposición en muros con humedades ascendentes o por filtraciones. Pensemos que tanto el papel como la acuarela de nuestro ejemplo se alterarían, de forma irreversible, sólo con una variación de + 20% de humedad con respecto al ambiente del depósito.
IMPORTANTE
Los cuadros en el museo no se cuelgan de CLAVOS como en la casa, sino de sistemas de colgado más o menos complejos. El más habitual es un perfil con sección en forma de J, al cual se enganchan trozos del mismo perfil, invertidos, con orificios para tanzas, cables, planchuelas, lingas, etcétera. Otros mecanismos más sofisticados presentan una sección similar a las de los perfiles de cortinería, y los elementos de colgado recorren con rulemanes el perfil, fijo al cielorraso. Éstos se ocultan en un detalle del muro, utilizando los que son necesarios, y ocultando los que no se usan. Los separadores mencionados suelen cubrirse con fieltro o material similar, para evitar los roces con los muros, y como dijimos arriba, favorecer la circulación del aire por detrás del cuadro.
Bibliografía:
Goren, Silvio. 1998. Manual de Auxilios Previos para Colecciones Artísticas e Históricas. Buenos Aires
Para ver un enmarcado museológico comercial: ttp://www.tallereslaplaza.com.ar/tallerdeenmarcado.html
Una de las más obsesivas preocupaciones de los restauradores suele aparecer en objetos con faltantes extensos. Esto hace que el profesional se posicione frente a una ética propia, y ante la teoría de que dispone.
Los más ortodoxos no intervendrán, argumentando que según la Carta del Restauro de 1987, toda intervención, de alguna manera supone una falsificación, una pérdida de los valores temporales, históricos, de la pieza. Podemos rastrear cierto espíritu ruskiniano en esta tendencia.
Para John Ruskin, teórico del restauro de arquitectura, "la vida de un edificio es como la del ser humano: nace, vive y muere. Restaurar un monumento es destruirlo, es crear falsas copias e imitaciones, admitiendo como única operación la conservación para evitar la ruina". Otros podrán decir que el objeto ruskiniano está incompleto, y que su completamento favorece el entendimiento de su aspecto, sus contenidos y sus funciones.
En algunos casos, se suele resolver el tema con cierto equilibrio. Restauraciones pequeñas, puntuales, con materiales reversibles, visibles a muy corta distancia separan la obra verdadera de la "falsificación".
DE LOS OBJETOS DE ARTE Y CULTURA, veremos que no permite:
Remociones o demoliciones que oculten el paso de la obra a través del tiempo.
La Carta sí permite:
Adiciones de partes accesorias en función estática y reintegraciones de pequeñas
partes verificadas históricamente.
Limpiezas que, en las pinturas y esculturas policromadas, no deben alcanzar
jamás a los pigmentos del color, respetando la "pátina".
Anastilosis documentada con seguridad; recomposición de obras hechas trozos;
sistematización de obras con lagunas, reconstruyendo intersticios de poca entidad con
técnica claramente diferenciable a simple vista, o con zonas neutras colocadas en un nivel
diferente al de las partes originales; o dejando a la vista el soporte original.
Modificaciones y nuevas inserciones con finalidad estática y conservadora de la
estructura interna o del sustrato o soporte.
Pero en la carta se deja expresa constancia que no se integrarán " jamás ex novo zonas con figuración, o insertando elementos determinantes para la figuratividad de la obra", los faltantes, esto es, no se admiten los "ripristinos", los "hechos a nuevo"
Para ver la carta:
http://www.mcu.es/patrimonio/docs/MC/IPHE/Biblioteca/ITALIA.pdf
sábado, 21 de febrero de 2009
Recorriendo los comercios, podremos ver formatos de enmarcado “doméstico” disfrazados de modos profesionales de "proteger" imágenes.
Varios de ellos son bastante similares a los del enmarcado seguro y profesional, y otros aparecen con marcos de atractivos colores, añadidos, figuras, formatos o pátinas. Otros no presentan marco alguno, y son simples vidrios tras los cuales se coloca la foto o la imagen. Hay con marcos metálicos, de madera o de plástico, lustrados o pintados, hay los que permiten colocar varias fotos en un mismo marco.
Veremos algunos de ellos - muy comunes- puntualmente, y los riesgos que implica colocar las fotos valiosas “protegidas” por estos enmarcados.
Vendidos como una forma “moderna” y “neutral” de enmarcar fotografías o papeles, estos formatos (llamados "clips") constan de un vidrio, a veces antirreflejos, tras el cual se coloca la foto o la obra. Detrás de este conjunto, se dipone un cartón grueso o MDF blanco, y se sujeta todo el “paquete” con pequeños ganchos o “clips” de metal cromado. Un fino alambre se ata a dos clips para el colgado, o bien los mismos clips presentan orificios para ello.
Inmediatamente vemos el riesgo: no hay protección alguna en los bordes, y el polvo ambiental ingresa libremente. Los insectos más pequeños, atraídos por el reflejo del vidrio, no tardan en ingresar, quedando atrapados entre el vidrio y la foto expuesta. Con el tiempo, una aureola de polvo, detritos e insectos muertos forman un cordón perimetral detrás del vidrio. Como se puede intuir, no es la mejor manera de exponer una imagen u obra.
Pero los problemas no finalizan allí.
Se forma un contacto directo entre la obra expuesta y el vidrio. Ese contacto es imperfecto: hay una muy delgada película de aire entre ambas superficies, una de las cuales suele ser orgánica y blanda (la foto u obra de arte expuesta). Además, esta película de aire es, desde un punto de vista microscópico, “abierta”. Hay un intercambio directo de materia, polvo y humedad, entre el exterior y la cámara formada por el vidrio y la obra. Consecuencia: se forman hongos rápidamente en la superficie orgánica del objeto. Estos hongos se nutren, directamente, de la gelatina de las fotos o la celulosa y colas del papel, y a la vuelta de unos meses la obra está parcialmente destruida.
Este tipo de elemento es, directamente, no museológico. No pueden usarse “clips” para exponer objetos de museo. Cualquier fotografía u obra de valor museal se verá grandemente afectada. Si puede servir para exponer textos impresos como cartelas grandes, o reproducciones cuya pérdida, en definitiva, no importe.
Los portarretratos de acrílico
Los portarretratos de acrílico plegado (químicamente, polimetilmetacrilato, PMMA) poseen los mismos inconvenientes que los clips.
Este tipo de elementos consiste en una placa de metacrilato plegada al suministrarle calor lineal a lo largo de la plegadura a efectuar. La placa queda así como un “sobre” o carpeta transparente, y entre las dos caras formadas se dispone el objeto a exhibir, en general una foto. Son muy baratos y comunes, de fácil obtención y casi una tentación pues casi no se ven a nivel perceptual.
Debemos decir que los portarretratos de este tipo no conservan, sino que afectan directamente los objetos expuestos. El acrílico es un producto que envejece con la luz (liberando sustancias) amarilleando y agrietándose. Como resultado, podemos tener fotografías mohosas o degradadas químicamente, polvo en el perímetro y una más que dudosa protección contra e manipuleo, ya que por su técnica, debe estar abierto en tres de sus cuatro aristas. La foto u obra puede “caer” y dañarse.
De diversas formas, sistemas y materiales, estos elementos suelen ser de pequeño tamaño, adecuados para el uso doméstico. Muchos de ellos se fabrican en forma de marco con un mínimo cartón de respaldo, y unos ganchos sostienen unido el conjunto.
Poseen varias desventajas: su material nunca es adecuado, porque exceptuando el vidrio, los elementos se han fabricado con materiales no comprobados, con emisión de ácidos, químicos inestables o aromáticos. Los marcos suelen ser de metal cromado, con desprendimiento de enchapados, o bien de madera laqueada con emisión de sustancias.
La tecnología no ayuda tampoco a la conservación. Para facilitar la colocación del retrato, estos enmarcados tienen espacios importantes entre el marco y el respaldo, donde ingresará seguramente polvo e insectos. Muchos no permiten separar la obra del vidrio, generando los problemas de hongos ya descriptos; cuando hay un passepartout, es de mala calidad, y seguramente con un pH muy bajo, que afectará a largo plazo lo expuesto, si es que sobrevive a hongos e insectos. Los métodos de unión, finalmente, son inseguros, muchas veces de plástico barato, y se suelen usar clavos o tornillos de metales comunes.
Enmarcados comerciales
De mejor calidad, si están bien realizados, estos enmarcados solamente adolecen de problemas de materiales. Suelen usarse varillas y cartones comerciales, de cierta nobleza, y ya algunas casas de enmarcado saben de los problemas de la acidez en los materiales o la eventual liberación de sustancias.
Es importante que, si se va a encargar un enmarcado para el museo a una casa comercial, se indique taxativamente el tipo de material a usar, y tener la experiencia y elementos suficientes para reconocer un material no museológico. Los pliegos de licitación o compra deben establecer muy bien los materiales a utilizar por el proveedor.
Este tipo de enmarcado se denomina “museológico” y será motivo de otra entrada. Podés verla en: