Vamos a ver algunos instrumentos de medición que en general se utilizan en Museología.
Balanzas de precisión
La más común es la llamada balanza de precisión, su funcionamento es mecánico y consiste en los conocidos dos platillos pequeños suspendidos, y una serie de pesas. Es muy precisa y su uso es para laboratorio con la supervisión de un químico o personal similar. La balanza Mettler o electrónica reemplaza a la de precisión mecánica. Sirve para diferencia de pesos muy pequeña. Para darnos una idea, puede registrar la diferencia de pesos entre un vidrio limpio ¡Y otro sucio con nuestras huellas! . Su uso es limitado al laboratorio, a fin de calcular proporciones de sustancias para la conservación y la restauración. La unidad es el gramo, y la mínima división en el dial, el miligramo (1/1000 g) y nanogramo (1/10000 g) respectivamente-
Cintas métricas automáticas
Las cintas métricas actualmente son metálicas y enrollables. Vienen en largos de 1, 2, 3, 5, 8 y 10 para las automáticas, que se enrollan a resorte, una vez desplegadas. Poseen una caja plástica, a veces revestida en goma, donde se arrolla la cinta. Tiene un botón de freno que detiene la cinta en posición. Liberado este botón, la cinta se enrolla sobre sí misma. Estas cintas consisten en un fleje de chapa de acero, cóncavo a fin de asegurarle cierta rigidez para poder medir en altura sin que la cinta "se caiga". Las de cierto ancho de cinta tienen mayor concavidad, por lo que son más rígidas, y caras, por supesto. En el extremo la cinta posee un gancho o tope para fijar el extremo en salientes o ángulos. La unidad es el milímetro y la pulgada, a vecs legibles a la vez, en un lado u otro de la cinta. Su uso es para relevamientos, en general de longitudes medianas.
Son cintas metálicas también (hay algunas plásticas) , que se enrollan manualmente con una pequeña manivela. Su caja suele estar cubierta de cuero o ser plásticas, muy resistentes. Viene en largos de 5, 10, 15, 20, 25, 30, 35 y 50 metros, y son de acero plano, sin concavidad. En el extremo poseen una argolla plana, alargada, cuyo extremo libre marca el "cero". Para medir, se debe apoyar la punta de esa argolla. Se enrolla mediante la manivela antedicha, y debe tener cierto mantenimento, sobre todo las más largas. Desenrolladas completamente, algunas poseen caja abierta y puede separarse la cinta de aquélla. Se les suele decir "cinta de agrimensura" para las más largas. La unidad más pequeña es el milímetro, pero las de 50 m más antiguas suelen estar graduadas cada 10 cm. y su uso es para relevamientos, en general de grandes longitudes como rutas y campos.
Metros de carpintero
Son reglas articuladas, plegables, muy conocidas, de madera o plástico. Sirven para mediciones poco precisas, en relevamentos donde una precisión de un milímetro en más o en menos es suficiente. Son muy útiles para medir alturas por su rigidez. Vienen en largos de 1, 2 y 3 metros. Los de 2 y 3 m. suelen ser frágiles, por lo que hay que cuidarlos.
Reglas
Reglas
Son muy conocidas y se utilizan para dimensionar longitudes cortas. Vienene en largos de 20, 30, 50 cms. y hasta de 1 metro (regla de sastre o "de maestro"). Suelen ser de plástico, madera, metal y hasta goma. Su graduación mínima es en general el milímetro, pero hay algunas graduadas a 0,5 mm. El material de fabricación es el plástico, la madera o el metal. Algunas (triples decímetros) poseen dos lados graduados, una con una división cada 1 mm y otra cada 0,5 mm. y un lomo o nervadura que facilita la manipulación. No se recomienda el uso de "centímetros de costurera" en museología, excepto para usos muy especiales, porque se deforman con el tiempo.
Calibres
Los calibres son aparatos muy exactos, consistentes en una quijada móvil que se desplaza por una regla, y otra fija. Apretando un objeto entre ambas quijadas, se puede saber la dimensión lineal de dicho objeto.
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El calibre -o pie de rey, como se lo llama en España - es de acero pulido mate, con una quijada móvil, afilada para mejor contacto. Se desliza mediante una espiga que emboca en la regla, dentro de una canaleta. Al deslizarse, va asomando la espiga por la parte inferior de la regla, aprovechándosela para medir profundidades. También suele poseer unas "contraquijadas" opuestas para medir diámetros internos. La mayor parte de los calibres poseen un artificio llamado "regla Venier" o simplemente, Venier. Este artilugio consiste en una regleta que permite dimensionar centésimas de milímetro, asegurando la mayor exactitud posible.
Es una versión del calibre, en la que se reemplaza el movimiento lineal de la quijada por uno circular, trabajando el instrumento como una pequeña prensa. El Venier es circular, y se dispone en el mango del aparato. Las dimensiones de un objeto se hallan apretando éste entre las quijadas hasta que un crique en el aparato impode seguir oprimiendo, y es cuando se hace la lectura.
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Los "Pasa-No pasa"
Consisten en una serie de cilindros (o anillos) metálicos de acero al carbono, graduados con antelación, útiles para dimensionar calibres de armas de fuego o espigas, no poseyendo casi otra utilidad.
Para usarlos, por ejemplo, se toma el cilindro y se introduce en el ánima del arma. El diámetro del cañón del arma será el del instrumento que pase por un extremo, pero no por el otro. Como se verá, son instrumentos muy específicos y en pocas medidas, aptos para este tipo de trabajos especiales, puesto que se comprarán los "pasa no pasa" que correspondan a los claibres usuales de armas de fuego.
Cajas de medición
Consiste en tres placas de madera, formando un triedro o media caja, a la que interiormente se ha graduado para poder dimensionar objetos de planta redonda. El objeto se apoya en los tres paneles, pudiendo observar mediante una escuadra apoyada en cada panel, las dimensiones del objeto. Es usada a veces en arqueología y su unidad es el milímetro. No es muy precisa por el método empleado, pero suele ser suficiente a los objetivos de su uso general (fichado).
Consiste en tres placas de madera, formando un triedro o media caja, a la que interiormente se ha graduado para poder dimensionar objetos de planta redonda. El objeto se apoya en los tres paneles, pudiendo observar mediante una escuadra apoyada en cada panel, las dimensiones del objeto. Es usada a veces en arqueología y su unidad es el milímetro. No es muy precisa por el método empleado, pero suele ser suficiente a los objetivos de su uso general (fichado).
Algunas consideraciones sobre el concepto PRECISIÓN de los instrumentos.
Cada instrumento tiene una PRECISIÓN, que es la menor medida "apreciable" a simple vista y en general, es la calidad de la medición efectuada.
Dado que la fábrica que elaboró el instrumento posee standares y expectativas acerca de su producto, y que cada persona posee diferencias en la apreciación, las precisiones se dan en un rango en más o en menos. Por ejemplo, si en un metro de carpintero el error que podemos tener es de 1 mm. Quiere decir que en un metro de carpintero, que puede ser leída, por ejemplo, la medida 1,5 mm., ésta es para algunos 1,6 y para otros, 1,4 mm. Tendrá por ello una precisión de +/- 0,001 metro.
Un calibre, en cambio, tendrá una precisión de +/- 0,00001 metro, o sea una centésima de milímetro, puesto que el Venier me permite leer hasta esa centésima.
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El concepto de ERROR
Un error es una imperfección en la medida tomada. Puede deberse a varias razones, al instrumento, al método de medición, a nostros mismos. veamos algunas causas de error.
Es importante el USO que daremos a cada instrumento.
Usar una cinta métrica de un metro para medir una ruta entre dos ciudades conllevaría un error importante. Igualmente, y a la inversa, usar una cinta de agrimensor graduada acada 50 cms. útil en vialidad, para medir el aula. Para ver el error, imaginemos adónde empezaríamos a medir la ruta, ya que el mojón suele ser un poste de hormigón de 30 x 30 cms, que de entrada ya produce un error.
Se produce entonces un ERROR GROSERO, como cuando se producen distracciones a la hora de medir, o se usa una unidad de medida y se registra otra, por ejemplo.
Si usáramos una cinta de 1 metro para usar en el salón, no estaría mal como instrumento, pero tendríamos que repetir la medida varias veces. Cada vez introduciríamos un error imperceptible que, sumado, daría un error apreciable. Es un ERROR METODOLOGICO: no debemos usar ese método, o al menos debemos contrpolar lo hecho.
Y si usáramos una regla escolar para medir el calibre de un arma, tendríamos un ERROR DE APRECIACION, puesto que una fracción de milímetro mal apreciada en un diámetro calibrado es importante, y ésta depende de la graduación efectuada por el fabricante.
Además, todo aparato posee una mecánica y un material. Si se deteriora, o se desgasta, o posee desperfectos, se introducirá un ERROR INSTRUMENTAL. Finalmente, los operarios poseen defectos visuales, producto de la anatomía individual de cada uno, o problemas visuales causados por el cansancio. A veces el objeto se coloca mal entre las quijadas del micrómetro, o se lee con mala luz ambiental. Aparecerá entonces un ERROR DEL OPERADOR.
Para atenuar la incidencia de los errores (que nunca desaparecen) se recomienda tomar la tarea de medir en forma consciente. Para ello es necesario usar el intrumento adecuado y en buenas condiciones, efectuar varias mediciones e introducir operaciones de control, cambiar de operador trabajando en equipo y usar en general una metodología específica para medir.
Los instrumentos que poseen menor error propio (por ejemplo las balanzas electrónicas) no están exentas de provocar mediciones erradas causadas por un uso indebido o mala lectura. El fabricante de instrumentos no puede garantizar la aparición de estos problemas.