LOS ESTILOGRAFOS
Para el trazado a tinta, sobre el dibujo a lápiz, se suele usar una serie de lapiceras especiales denominadas estilógrafos.
Si bien su uso ya no es tan extendido por la aparición de las microfibras, este tipo de instrumentos de dibujo permite una uniformidad del grosor de la línea, con la máxima calidad de tinta. Son algo costosas.
Recordemos que las mejores tintas son las que no poseen partículas metálicas como óxidos de hierro, sino carbón vegetal y goma laca en disolución (tinta china, que es museológicamente apta).
Los estilógrafos más reconocidos son de las marcas Rapidograph, Rotring y Staedler. Poseen graduaciones en décimas de milímetro, aunque existieron en décimas de pulgada (Rapidograph y Speedball).
Los grosores comerciales disponibles son:
0,1 mm. – 0,15 (rara) – 0,2 – 0,3 - 0,35 – 0,4 – 0,5 – 0,6 – 0,7 – 0,8 – 0,9 (rara) – 1 y, las más gruesas, 1,2 y 2 mm.
Estas lapiceras funcionan mediante una sonda que obtura o permite el paso de tinta por el interior de una boquilla de escritura o punta. La sonda se percibe, en las lapiceras que funcionan bien, por un leve ruido al hacerlas oscilar longitudinalmente.
Deben limpiarse con frecuencia, pues la sonda, llamada popularmente “pelo” se adhiere al tubo de la boquilla al secarse la tinta. Para limpiarlas, se retira toda la tinta del depósito y se las deja sumergidas en agua jabonosa.
Como dijimos, actualmente se las reemplaza por estilógrafos descartables o microfibras, pero éstas últimas son de dudosa aptitud museológica.
Para el trazado a tinta, sobre el dibujo a lápiz, se suele usar una serie de lapiceras especiales denominadas estilógrafos.
Si bien su uso ya no es tan extendido por la aparición de las microfibras, este tipo de instrumentos de dibujo permite una uniformidad del grosor de la línea, con la máxima calidad de tinta. Son algo costosas.
Recordemos que las mejores tintas son las que no poseen partículas metálicas como óxidos de hierro, sino carbón vegetal y goma laca en disolución (tinta china, que es museológicamente apta).
Los estilógrafos más reconocidos son de las marcas Rapidograph, Rotring y Staedler. Poseen graduaciones en décimas de milímetro, aunque existieron en décimas de pulgada (Rapidograph y Speedball).
Los grosores comerciales disponibles son:
0,1 mm. – 0,15 (rara) – 0,2 – 0,3 - 0,35 – 0,4 – 0,5 – 0,6 – 0,7 – 0,8 – 0,9 (rara) – 1 y, las más gruesas, 1,2 y 2 mm.
Estas lapiceras funcionan mediante una sonda que obtura o permite el paso de tinta por el interior de una boquilla de escritura o punta. La sonda se percibe, en las lapiceras que funcionan bien, por un leve ruido al hacerlas oscilar longitudinalmente.
Deben limpiarse con frecuencia, pues la sonda, llamada popularmente “pelo” se adhiere al tubo de la boquilla al secarse la tinta. Para limpiarlas, se retira toda la tinta del depósito y se las deja sumergidas en agua jabonosa.
Como dijimos, actualmente se las reemplaza por estilógrafos descartables o microfibras, pero éstas últimas son de dudosa aptitud museológica.