Una de las más obsesivas preocupaciones de los restauradores suele aparecer en objetos con faltantes extensos. Esto hace que el profesional se posicione frente a una ética propia, y ante la teoría de que dispone.
Los más ortodoxos no intervendrán, argumentando que según la Carta del Restauro de 1987, toda intervención, de alguna manera supone una falsificación, una pérdida de los valores temporales, históricos, de la pieza. Podemos rastrear cierto espíritu ruskiniano en esta tendencia.
Para John Ruskin, teórico del restauro de arquitectura, "la vida de un edificio es como la del ser humano: nace, vive y muere. Restaurar un monumento es destruirlo, es crear falsas copias e imitaciones, admitiendo como única operación la conservación para evitar la ruina". Otros podrán decir que el objeto ruskiniano está incompleto, y que su completamento favorece el entendimiento de su aspecto, sus contenidos y sus funciones.
En algunos casos, se suele resolver el tema con cierto equilibrio. Restauraciones pequeñas, puntuales, con materiales reversibles, visibles a muy corta distancia separan la obra verdadera de la "falsificación".
DE LOS OBJETOS DE ARTE Y CULTURA, veremos que no permite:
Remociones o demoliciones que oculten el paso de la obra a través del tiempo.
La Carta sí permite:
Adiciones de partes accesorias en función estática y reintegraciones de pequeñas
partes verificadas históricamente.
Limpiezas que, en las pinturas y esculturas policromadas, no deben alcanzar
jamás a los pigmentos del color, respetando la "pátina".
Anastilosis documentada con seguridad; recomposición de obras hechas trozos;
sistematización de obras con lagunas, reconstruyendo intersticios de poca entidad con
técnica claramente diferenciable a simple vista, o con zonas neutras colocadas en un nivel
diferente al de las partes originales; o dejando a la vista el soporte original.
Modificaciones y nuevas inserciones con finalidad estática y conservadora de la
estructura interna o del sustrato o soporte.
Pero en la carta se deja expresa constancia que no se integrarán " jamás ex novo zonas con figuración, o insertando elementos determinantes para la figuratividad de la obra", los faltantes, esto es, no se admiten los "ripristinos", los "hechos a nuevo"
Para ver la carta:
http://www.mcu.es/patrimonio/docs/MC/IPHE/Biblioteca/ITALIA.pdf