domingo, 22 de febrero de 2009

¿RESTAURACIONES VIRTUALES?


Una de las más obsesivas preocupaciones de los restauradores suele aparecer en objetos con faltantes extensos. Esto hace que el profesional se posicione frente a una ética propia, y ante la teoría de que dispone.


Los más ortodoxos no intervendrán, argumentando que según la Carta del Restauro de 1987, toda intervención, de alguna manera supone una falsificación, una pérdida de los valores temporales, históricos, de la pieza. Podemos rastrear cierto espíritu ruskiniano en esta tendencia.

Para John Ruskin, teórico del restauro de arquitectura, "la vida de un edificio es como la del ser humano: nace, vive y muere. Restaurar un monumento es destruirlo, es crear falsas copias e imitaciones, admitiendo como única operación la conservación para evitar la ruina". Otros podrán decir que el objeto ruskiniano está incompleto, y que su completamento favorece el entendimiento de su aspecto, sus contenidos y sus funciones.

En algunos casos, se suele resolver el tema con cierto equilibrio. Restauraciones pequeñas, puntuales, con materiales reversibles, visibles a muy corta distancia separan la obra verdadera de la "falsificación".

Si leemos la CARTA DE 1987 DE LA CONSERVACION Y RESTAURACION
DE LOS OBJETOS DE ARTE Y CULTURA, veremos que no permite:


Adiciones de estilo o analógicas.
Remociones o demoliciones que oculten el paso de la obra a través del tiempo.
Alteraciones o remociones de las pátinas.

La Carta sí permite:

Adiciones de partes accesorias en función estática y reintegraciones de pequeñas
partes verificadas históricamente.
Limpiezas que, en las pinturas y esculturas policromadas, no deben alcanzar
jamás a los pigmentos del color, respetando la "pátina".
Anastilosis documentada con seguridad; recomposición de obras hechas trozos;
sistematización de obras con lagunas, reconstruyendo intersticios de poca entidad con
técnica claramente diferenciable a simple vista, o con zonas neutras colocadas en un nivel
diferente al de las partes originales; o dejando a la vista el soporte original.
Modificaciones y nuevas inserciones con finalidad estática y conservadora de la
estructura interna o del sustrato o soporte.

Pero en la carta se deja expresa constancia que no se integrarán " jamás ex novo zonas con figuración, o insertando elementos determinantes para la figuratividad de la obra", los faltantes, esto es, no se admiten los "ripristinos", los "hechos a nuevo"

Ahora bien, en el caso de faltantes enormes, supongamos, de 40 o 50% de la pieza, y aún disponiendo de información histórica, estilística, digamos una foto del objeto completo, testimonios, etcétera... completar un 50% de la pieza: ¿es "lícito"?


Dilema: a. ¿Intervenir y perder la acción del tiempo sobre el objeto? b. ¿No intervenir y presentar un objeto parcial, incompleto?


Existe un camino medio: utilizar la teconología para la reconstrucción sabiendo que se interviene, pero el objeto queda tal como está. Ciertos programas gráficos (los más conocidos son Ilustrator y Photoshop) permiten restituir el objeto, sin que el objeto sea ni siqueira alterado mínimamente. Claro que no es "el" objeto: se trata de su representación.
Las técnicas de digitalización permiten restaurar, paradójicamente, sin hacerlo.
Luego, pueden exhibirse las imágenes (no son más que eso) en forma conjunta con el objeto sin restaurar, como una información de contenidos: cuál era su forma real, sus colores originales o cuántas partes ha perdido en su vida.
La restauración digital permite dejar el objeto en estado original, con su pátina de tiempo, sus faltantes, sus problemas y su perdida de material. Por supuesto, esto no quere decir perder la rigurosidad clásica de la restauración. Deben constatarse colores, formas y la documentación histórica debe ser exhaustivamente investigada y recopilada. La Carta, como documento consensuado acerca de los que está "bien", (lo que es "correcto" en restauración) debe ser respetada tal como si restaurásemos materialmente. No inventaremos la restauración, sino que daremos una visión del objeto integral, para poder comprender sus contenidos en el discurso expositivo.
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Acerca del restauro: http://www.serrablo.org/revista/122/sobre_las_teorias_de_la_restauracion_referidas_al_patrimonio_arquitectonico
Para ver la carta:
http://www.mcu.es/patrimonio/docs/MC/IPHE/Biblioteca/ITALIA.pdf